Prolegómenos
Después de que el último mes aumentara un poco la intensidad de los entrenos, llegó por fin la fecha en que tenía que ver hasta qué punto había mejorado.
El Club pensó que Sabiñánigo era un destino idóneo para repetir un día como el de la Media de Salou, con bus, comida y hermandad. Pero lo bueno de Sabiñánigo es también su mayor defecto. Me explico: Sabiñánigo es la única Media maratón, que yo conozca, en que la inscripción es gratuita y no pagas hasta que recoges el dorsal el mismo día de la carrera. Eso conlleva que la decisión de ir o no ir pueda retrasarse hasta la noche anterior, o la misma mañana si me apuras, con lo que confirmar la presencia con algunas semanas de antelación –requisito indispensable para organizar un viaje como Dios manda- se hizo del todo imposible. (Esto que no salga del blog: Hasta yo dudaba de ir a Sabi a correr o a Cerler a esquiar para aprovechar la única nevada de la temporada)
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Cartel de la media. ya se nota cierta subida. |
Salida
Despertador a las 7:05. Abundante y nutritivo desayuno. Descongestionante momento Sr. Roca (Al water, en Román paladino). Último repaso a la bolsa, llevo de todo: equipación del Club, tres camisetas de distinto largo de mangas según temperatura local, tres mallas según la misma temperatura, toalla, neceser, Garmin, zapas y muda de repuesto...OK, al punto de reunión en la sede del Club.
Primera sorpresa, espero ver a Presi Torres en solitario y me lo encuentro con los gemelos Mur, Barfaluy y Gramisel. ¿Pero no decíamos que no subía nadie excepto nosotros dos? Al poco tiempo aparecen Olga y Murillo que también suben y han quedado con Jose Luis Loriente y Ana barras, que traen en el coche a Manolo Barras, que también corre. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Es que nadie se lee la página web del Club?
Todavía ando dándole vueltas a la cabeza con esto cuando llega Luis Meler. Él, al menos, ya me dijo con una semana de antelación que subiría si pudiera porque su señora está de buena esperanza y en estado avanzado.
Durante los momentos de espera, los gemelos Mur nos amenizan con chascarrillos sobre carreras que van encabalgando unos sobre otros y uno sobre otro en un anecdotario sin fin. A las 8:30 arrancamos en varios coches, a mi me ha tocado el del Presi junto a Luis Meler, y para Sabi. El camino se me hace corto, y es que durante todo el trayecto llevamos una amena conversación acerca del momento actual que viven los Clubes deportivos a tenor de la coyuntura en que nos hemos visto envueltos debido al estallido de la crisis mundial que paulatinamente va socavando los cimientos del estado del bienestar dentro del mundo occidental y que nos está tocando vivir. O sea, arreglando el mundo. Como siempre.
Preámbulo
Aparcamos frente al Polideportivo, esperamos la llegada de toda la expedición y nos encaminamos al Ayuntamiento a recoger el dorsal.
Mas sorpresas, por doquier aparecen miembros del Club que van a correr. Al final vamos a llenar dos autobuses. Nos paramos a hablar con todos, con lo que el camino desde una punta a otra de la plaza -100 metros, como mucho- nos viene a costar -en tiempo- más de lo prudentemente aconsejable.Con el dorsal en una mano y
los nervios por todo el cuerpo – el tiempo pasa inexorablemente y a mí me gusta
calentar largo y despacio- nos vamos a cumplir un ritual para el que nunca
estoy preparado: el café antes de la carrera.
Me pido un botellín de agua
por educación y para tener luego algo que beber después de la ducha, visito los
baños a sabiendas de que no será la última vez antes de la carrera, y mantengo
el tipo aparentando una tranquilidad y frialdad inexistente mientras converso
con el resto de compañeros durante su cafelito.
Subimos al polideportivo a
cambiarnos, vuelvo a visitar el servicio por última vez, dejamos las bolsas en
el coche y nos encaminamos a la plaza a hacernos la foto de rigor. Allí nos
vemos con los de la Peña Ferranca que también corren, con Néstor que ha subido
con la familia y ya todos juntos nos ponemos en posición para la foto... ¡No,
espera, que falta uno que llegará enseguida!
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Foto oficial Media de Sabiñánigo 2012 |
Ahora sí, foto oficial de
grupo con estreno de bandera del Club facilitada por Barri. Hecho el posado nos
vamos a calentar. ¡Por fin!
En ese momento suena por los
altavoces la primera llamada a los participantes, quedan diez minutos para la
salida. Hacemos caso omiso y seguimos calle Serrablo abajo. A los dos minutos
nueva llamada y, ahora sí, media vuelta y para la salida. Si esto es un
calentamiento que venga Martín Fiz y lo diga.
Carrera
En los minutos previos al
disparo salto, me muevo, hago carrera en el sitio, tenso y destenso músculos,
doy la mano a los compañeros, cualquier cosa que me mueva un poco el corazón
sin contar los nervios.
¡Pum! (Disparo)
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La salida, como siempre, a lo San Fermín |
Todos zumbando que viene el
coco. Da igual que las salidas sean cuesta arriba o cuesta abajo, vamos como si
nos encorriera Hacienda. Tras esos minutos que yo llamo de los nervios (el corazón
lleva al principio un ritmo alto no por el esfuerzo sino por los nervios, hasta
que se equipara) decido no mirar el Garmin y dejarme llevar por las sensaciones
y correr con comodidad.
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Pasando por meta, de cara hacia Jaca |
Hacemos grupo los
ferranqueros, Fran Torres, y servidor, pero el ritmo es algo bajo y Fran y yo
nos vamos para arriba. Al poco Fran también se descuelga y me quedo solo con mis
sensaciones y toda la carrera por delante. Cuando enfilo la carretera de Jaca
recibo la agradable sorpresa de que tienen fruta en el avituallamiento y me
cojo un cuarto de naranja que me sienta a las mil maravillas. En la vuelta de
180º veo que Néstor está cerca y le animo a que se me una para hacer la carrera
juntos. Me coge en la bajada y ya nada nos separa hasta el final. En el paso
por meta de mitad de carrera pasamos en 48 minutos. No está mal teniendo en
cuenta que mi objetivo virtual ronda el 1:40 con mi estado de forma actual. La segunda
vuelta se hace más dura, claro: El calor ha subido, las rampas se acusan, y a
las mismas sensaciones se va a menos ritmo. Aún así, como vamos codo a codo, lo
que yo le empujo en las subidas, Néstor me lo estira en las bajadas con su
potente zancada. Al final paramos el crono en 1:36. Perfecto, he disfrutado
durante toda la carrera y me encuentro en un punto de forma que me permite
mejorar un poco más sin grandes esfuerzos en los entrenos venideros.
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Con Néstor, a mitad de carrera. |
Podio
Nos da la sensación de que
podemos pillar algún premio por ser el club más numeroso de participación, y
también Javi Subías tiene posibilidades por su excelente carrera, así que nos
quedamos a la entrega de premios. Con el Sol en todo lo alto calentando de lo
lindo y con la demora que este tipo de actos suele llevar, se nos pasaron unas
horas en vano, ya que al final sólo conseguimos pillar un bonito bronceado
facial. Menos es nada.
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La segunda vuelta no es lo mismo, el sofocón se hace evidente. |
Vuelta
Casi por los pelos pillamos
el polideportivo abierto y nos dimos la gratificante y merecida ducha, que con
el calentón solar que llevábamos fue doblemente agradecida. Al coche y de nuevo
una interesante conversación sobre cómo las relaciones interpersonales marcan
nuestro leit motiv en los actos familiares en que nuestra presencia debería ser
imprescindible pero en los que buscamos excusas para que esa presencia sea
cualquier cosa menos imprescindible y qué trucos se pueden manejar para salir
airoso tanto si acudes como si te escaqueas, en definitiva, en todos los sitios
cuecen habas y en mi casa a patadas.
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No corrimos ni un metro más de la cuenta. |
Epílogo
Sabiñánigo es de las pocas
carreras en que en lugar de ir a menos han ido a más, que no es poco. Con su
habitual ambiente casero y familiar han mejorado notablemente en los
avituallamientos, que en el momento de la carrera se agradece muchísimo.
Por lo demás, estoy contento
con el tiempo realizado, con las sensaciones durante la carrera y sólo por
destacar algo negativo nombraría la insolación que me ha dejado la cabeza como
un tomate rosa maduro y una ampolla subcutánea en la planta del pie derecho entre
el callo y los dedos centrales que cada vez que piso parece que lo hago sobre
cristales.
El año próximo volveré si
puedo.
Hasta pronto amigos
P.D. Muchas gracias a Olga Zueras, la mujer de Fran Torres por las excelentes fotos que ilustran este reportaje y que nos hizo durante
la carrera y lo pronto que las ha puesto a disposición de todos. Si las queréis
ver sólo tenéis que pinchar este enlace: