¡Ay, queridos lectores de este empobrecido blog! ¡Cómo abuso
de vuestra infinita paciencia con mis cada vez más exiguos escritos! Ya no
puedo seguir engañándoos con la promesa de una entrada semanal, porque ese
puente hace tiempo que lo he quemado. Me queda el consuelo de vuestra
demostrada fidelidad a pesar de mis continuos desplantes, y a ella me agarro
para endosaros otra crónica de mis insulsas correrías pedestres, esta vez en la
cercana localidad de Castillazuelo...
Cartel del evento |
Amaneció el día de la Inmaculada con un radiante sol de
Otoño que presagiaba una gran jornada atlética, sólo que el cierzo, que también
quería participar, hizo acto de presencia y a la vez que ondeaba banderas nos
hacía tiritar de frío.
Flanqueado por glorias y leyendas de nuestro deporte |
Ahora, por motivos laborales, estoy un poco desligado del
Club y eso hizo que para cuando llegué a Castillazuelo, ya estuviera todo
montado y organizado. Y muy bien, dicho sea de paso.
En la recogida de dorsales me empecé a dar cuenta de que el
ambiente que se respiraba no era el típico de una carrera, en las
conversaciones que escuchaba no se hablaba ni de tiempos, ni de marcas, ni de
preparaciones...Qué raro!
En la salida, cogiendo ritmo |
Al contrario de eso, oía a gente de Monzón hablando con
gente de Barbastro y preguntándose unos a otros qué tal estaban, cómo les iba
la vida, qué bueno encontrarse aquí y no en un entierro...
¿Qué pasa aquí? ¿Esto no es una carrera?
¡NO! ¡ESTO ES UNA FIESTA! ¡LA CASTILLAZUELO EL PUEYO RUN
PARTY 2012!
Eso es así y el que lo niegue es que se confundió de pueblo,
pero el ambiente desde la recogida de dorsales hasta que el último apagó la luz
y se fue a su casa, fue el de una fiesta auténtica, con la gente haciéndose
fotos sin importar el color de la camiseta, hablando y riendo todos con todos y
convirtiendo esta tradicional carrera comarcal en todo un evento prenavideño
que año tras año aumenta en número de participantes.
Respecto a la carrera, pues bueno, el recorrido era
prácticamente el mismo de todos los años, salvo porque en la bajada se desviaba
a los corredores por una senda trialera que salía desde la Plaza del Sol y
enlazaba con el camino habitual unos metros más abajo. Hubo opiniones para
todos los gustos: los había encantados con el cambio y en cambio, había otros a
los que la puñetera trialera de las narices les parecía una petarrodillas y una
tronchatobillos. Yo por respeto a los lectores no voy a dar mi opinión.
Llegando al Monasterio, y lo bien que me lo estaba pasando |
Aunque el recorrido tiene una apariencia terrible, la
carrera se hace lo dura que uno quiera hacerla. Yo cada año me divierto más y
me canso menos, pero no me preguntéis ni por marcas ni por ritmos porque no me
los miro. Esta carrera la corro por sensaciones y las sensaciones fueron muy
buenas. Sí es verdad que en esta edición tomé nota de lo que vi hacer el año
pasado a dos expertos en carreras de montaña como son David Bestué y Pedro
Cabrero: subir la cuesta del castillo andando. Este año yo también lo hice y
las piernas me fueron mucho más ligeras el resto del camino. Siempre se
aprende.
Después de la carrera más risas y conversaciones, y longaniza,
que también ocupa un lugar destacado en el ánimo y en el estómago de los
corredores.
Enfilando a meta junto a Manolo Barras |
Así pues, agradecidos seguidores de esta pluma incierta,
esta ha sido más que menos mi peculiar versión de esta carrera que cada año
espero con más ganas que llegue.
Hasta pronto amigos.
Gracias a Pepe Cubelos por las fotos que ilustran la crónica.
Tu lo has dicho...UNA FIESTA. Saludos.
ResponderEliminarGracias Paco.
EliminarLo bueno se hace esperar. No seas tan critico contigo. Yo cada año mas contento de que se una mas y mas gente a esta FIESTA
ResponderEliminarMe hubiera encantado estar por el ambiente, ya que correrla...ya hace un par o tres de años que las "obligaciones" me lo impiden. Un abrazo tocayo!
ResponderEliminarTus entradas...escasas pero de calidad, como los buenos perfumes!! jajaj Saludos desde Euskadi!
ResponderEliminarOs respondo a todos:
ResponderEliminarMuchas gracias de corazón por seguir asomándoos a este blog a pesar de mi inconstancia manifiesta.
Con el paso de los años estoy dividiendo las carreras por tres letras, las que disPuto y las que disFRuto. Esta y la San Silvestre son de disfrutar y...
y ahora no me viene ninguna que valga la pena disputar.
Un abrazo a todos