Después de tanto tiempo sin acercarme a esta página digital
y cuando uno menos se lo espera surgen las oportunidades de manteneros
informados, mis más de diez mil amados y respetados lectores, de los
entretenidos relatos que acerca de mis exiguas andanzas corredoras me gusta
compartir con vosotros.
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Logo de la Media Maratón de Salou |
Tras el éxito que supuso el año pasado el viaje que el Club
organizó a la Media Maratón de Salou, en la Junta pensábamos que en esta edición
habría overbooking y que seguramente tendríamos que contratar un autobús de 60
plazas, por lo menos, en lugar del minibús que nos llevó. Es bien sabido que
para pertenecer a la junta de un club pequeño como el nuestro el optimismo y el
entusiasmo son partes, no sólo fundamentales, sino imprescindibles para
afrontar el devenir de los acontecimientos que acontecen a lo largo de los
mandatos. Pero en este caso hemos caído en la euforia y cual modernos
Cenicientas a los que las campanadas han pillado en el baile, el macroautobús
se ha convertido en un turismo y el overbooking de participantes en los cuatro
ocupantes del coche y otros cuatro más que han hecho el viaje con sus
respectivas familias.
Pero no todo ha de ser malo. Por el contrario, el tiempo
meteorológico, que el año pasado nos recibió con un aire frío impropio del
lugar, este año ha sido soleado y primaveral, con una temperatura perfecta para
correr y que ha propiciado que el público se acercase a animar y ha dado
ambiente y color a la carrera.
Con un recorrido similar pero con salida y llegada en el
polideportivo municipal lo preámbulos han sido los esperados:
Salida de Barbastro a la hora convenida.
Trayecto amenizado por el torrente verbal de Gregorio Puy
que ha hecho innecesaria la búsqueda de emisoras para mantener despierto al
conductor.
Llegada a Salou y visita, para calentar el estómago, a una
cafetería frecuentada por jóvenes noctámbulos que nos miraban asombrados detrás
de sus vidriosos ojos.
Varias vueltas por Salou hasta que hemos encontrado el
polideportivo.
Evacuación del café tomado minutos antes y ya de paso, de
todo lo que obstaculizaba su paso a través de los intestinos.
Encuentro con el resto de compañeros de Barbastro, reparto
de dorsales y para el coche a cambiarse.
Lo que tiene viajar con alguien informado es que no se le pasa
nada. Acabábamos de cambiarnos cuando Presi Torres ha parado a un muchacho bien
plantado que venía calentando con sus amiguetes por la calle. Le ha pedido
hacerse una foto, a lo que muy amablemente ha accedido y nos ha invitado al
resto a unirnos a la instantánea. Por educación nos hemos colocado todos y
sonreído como mandan los cánones. Después el joven ha seguido con su
calentamiento y cuando ya no podía oírnos le hemos preguntado a Presi quién
era. ¡Pues nada menos que Jaume Leiva, campeón de España de medio maratón y
mundialista con la selección! Vamos, la Estrella Invitada a esta carrera. Qué
nivel tiene nuestro Presidente.
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Presi Torres, Jaume Leiva, Gregorio, Servidor y Josemari |
Después nos hemos ido de nuevo al polideportivo a hacernos
la foto oficial con el resto de compis y estando allí en faena ha aparecido
Nuria Sierra, que también ha querido unirse a la foto oficial. A esta chica le
tienta nuestro Club, se le nota a la legua.
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Foto oficial |
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Foto oficial con Nuria Sierra |
Más calentamiento, la última micción de los nervios y para
la línea de salida que está a punto de empezar la fiesta.
La idea primigenia era ir tranquilito y acabar en 1,45 como
en Barbastro, que acabé de fábula y muy satisfecho. Pero como correr es un
deporte individual que se practica mejor en grupo, habíamos hablado Josemari
Andreu y servidor de ir juntos durante el transcurrir de la prueba con la sana
intención de darnos mutua compañía y conversación, con la condición de ir
tranquilos y relajados como si de una salida dominical al uso se tratara.
Pero una vez se dio el pistoletazo de salida, Josemari se
transmutó de corredor popular en atleta de élite e imprimió un ritmo a la
prueba que me llevó con la lengua arrastro durante los 21,1 km. Sólo mi
depurada técnica de carrera y mi infinita capacidad para el sufrimiento me
permitió acabar en condiciones aceptables con una marca de 1,40 tiempo real y
1,41 tiempo oficial. Al menos Josemari hizo mejor marca personal. El año pasado
acompañé a Paco Ornitorrinco y también hizo mejor marca. Tendré que plantearme
lo de hacerme APMGM (Acompañante Profesional para Mejora Garantizada de Marca)
una profesión con un futuro brillante.
Después la recogida de la mochila del corredor, la entrega
del chip y la reconfortante ducha en esos testosteronados vestuarios atestados
de musculados atletas, unos sudorosos y otros ya refrescados, que comparten
ducha con una fraternal camaradería a pesar de ser unos verdaderos extraños. Y
es que nada une tanto como la igualatoria desnudez.
Como este año venía Gregorio, que el Club mojase era cosa
cantada. Así fue, se llevó el primero de su categoría, más de 40 años, con un
tiempazo de 1,17. Olé por Gregorio.
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Camino del restaurante que sacie nuestra voracidad |
Ya que dentro del éxito del año pasado estaba el Gran Buffet
Cambrills, el restaurante donde nos atiborramos a dos carrillos, y si no que se
lo pregunten al conductor del autobús; estaba convencido de que este año
repetiríamos. Pero el conductor tenía otros planes para nuestro sistema
digestivo. En lugar de acudir al Tenedor, como popularmente se le llama al Gran
Buffet, decidió llevarnos al Club Náutico de Cambrills, que en lugar de un
Tenedor debe tener dos o tres porque el lugar destilaba un lujo para el que, al
menos yo, no estoy preparado.
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Estilazo se mire |
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Por donde se mire |
Todo muy sabroso, exquisito habría que señalar,
pero las raciones un poco escasas si vienes de correr 21 km y esperabas comer
de buffet. Pero es lo que tienen estos sitios, te sirven las patatas fritas en
vaso y sacan un minijardín zen donde las piedras están rellenas de patata y se
comen.
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Jardín japonés? No, piedras que se comen. |
Luego la fideuá y la paella de la Señorita Pepis, que para eso estamos
casi en Navidad y por último los cafés, aunque nuestra expresión no debía dejar
lugar a dudas porque nos regalaron el postre: minizumo en minibotellín de sabor
indescriptible, galletita rellena caramelizada y piruleta de leche condensada.
Para flipar. Eso sí, el servicio impecable. Pero no está hecha la miel para la
boca del burro, y yo soy muy burro y cuando salgo a comer fuera de casa me
gusta llenarme y dejarme de florituras estilísticograstronómicas, o como
acertadamente apuntó uno de los comensales, comiendo fuera de Barbastro pido
chiretas. Yo soy "asín".
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Después de comer, aunque yo hubiera repetido de todo. |
Disfrutamos del paseo hasta el coche de una tarde tan
primaveral y cálida como la mañana y enfilamos la carretera de camino a casa.
En este punto tengo que decir que me quedé dormido con sol y
me desperté a oscuras, lloviendo y con el húmedo y frío otoño que estamos
teniendo este año.
Me dejaron en la puerta de casa y hasta aquí ha llegado el día de la Media
de Salou, una carrera que a pesar del perfil duro que presenta se corre con más facilidad de la esperada, que siempre es de agradecer.
Hasta pronto amigos.