No me gusta correr bajo la lluvia. Lo siento. Es cierto que en carrera prefiero una lluvia fina antes que un viento de frente, pero entrenando no. Entrenando el viento es molesto y no te permite llevar ritmos adecuados, pero la lluvia te puede provocar un constipado y dar al traste con semanas de preparación. Al menos a mí. Además está la Ley de Murphy que dice que si está punto de llover y decides salir, el chaparrón que se cierne sobre ti es inversamente proporcional a las ganas que tenías de que lloviera. Por otro lado esta misma ley constata que si decides no salir, el sol se adueña del cielo con gran brevedad. Ayer mismo comprobé la segunda parte de esta ley. Había quedado con unos compañeros, pero una pertinaz lluvia venía cayendo desde por la mañana, así que me quedé en casa. No bien había terminado de merendar copiosamente cuando el sol inundó con su luz mi cocina. Como no se correr con el estómago lleno puse cara de acelga y me resigné a perder un entreno acompañado.
Con dos días de descanso hoy me he levantado con nuevos bríos y he decidido correr la tirada larga de esta semana: 25 km progresivos.
Vivir en un pueblo grande, o una ciudad pequeña, tiene la ventaja de que tomes el camino o carretera que tomes, enseguida estás en el campo, disfrutando de la variedad de paisajes que las distintas estaciones del año nos ofrecen. Ahora en Otoño se puede recrear la vista en campos de cultivo yermos o labrados, árboles sin hojas y...¡bellotas, que este año estoy viendo por doquier! Además estas carreteras y caminos están salpicados de granjas y casas de campo desde las que salen a saludarnos cual seguidores del tour de Francia perros de diversas razas; aunque la mayoría pertenecen a las de guarda y defensa de la propiedad privada; que nos animan alegremente al estilo de la Pantoja -dientes, dientes- Cabe decir que estas muestras espontáneas de entusiasmo canino azuzan vivamente nuestro ritmo de entreno, lo que contribuye a mejorar resultados y a la consecución de nuestros objetivos una vez en carrera. Vaya pues mi humilde agradecimiento.
Por lo demás, los 25 km no se han hecho demasiado largos, a pesar de hacerlos solo, y he cumplido con los ritmos marcados. Un buen entreno.
HOLA FERNANDO ANIMO CON EL BLOG, TE SALUDO DESDE CACERES, ESPERO IR POR EL PUEBLO Y CORRER CON TODOS UN RATO O MUCHOS, SOY JAVIER MORENO
ResponderEliminarHOLA JAVI,
ResponderEliminarENCANTADO DE SALUDARTE Y GRACIAS POR TUS ANIMOS. A VER CUANDO PODEMOS VERTE POR BARBASTRO Y NOS HACEMOS UNOS KM.
GRACIAS Y SALUDOS
Bienvenido a la blogosfera, a un mundo extraño y fascinante donde la expresión individual engancha con la colectiva y se tejen redes y pasajes secretos de complicidad. Un fuerte abrazo y a ¡¡¡Correrrrr!!!
ResponderEliminarGRACIAS JAVI POR TU ACERTADO COMENTARIO (DESDE AYER TRATO DE DESCIFRARLO)
ResponderEliminarNO, EN SERIO, GRACIAS POR TU EJEMPLO EN ESTE MUNDO, CREO QUE TU NOS HAS ABIERTO ESTAS PUERTAS A TODOS.
SALUDOS Y NOS VEMOS CORRIENDO POR EL MONTE.